miércoles, 25 de marzo de 2009

ATASCADA


Hay una espiral sin fin, como el pozo de un aljibe profundo, húmedo y oscuro, que a veces es iluminado por la luz de la luna.
Cuando esto ocurre se pueden ver las piedras mohosas que lo conforman: resbaladizas...sí, resbaladizas. Y tratar de salir es muy difícil, sobre todo cuando las zapatillas no son las adecuadas.
Entonces se piensa, o se recuerda el momento en que se las calzó y no se pensó en lo importante que es saber cual calzado ponerse cuando amanece y es la hora de levantarse.
Salir.
Escribir algo gracioso no es posible, lo gracioso sale sólo cuando se mueve el cuerpo. Y llevar a cabo una idea es terrible cuando no se la ensayó previamente.
Así desaparecen las agujas, y se caen los secadores.
Puf, todavía está resbaladizo, y los brazos flaquean. Arriba se puede ver la luz, y una leve brisa llega por momentos. Es raro, la oscuridad no asusta, quizás sea porque el pensamiento está en cómo diablos salir de ese atasco.
Y entonces? Como se llegó hasta ahí? Cómo se llegó a estar a punto de caer al infinito del bloqueo, si no se tenía idea de que las malditas zapatillas no son las que tendrían que ser?
Caer al agua no sería nada. Flotar un rato haciendo la "plancha" no estaría mal.
Daría la sensación de vientre materno: estar flotando en un líquido y ver la salida ahí arriba...o abajo.
Salir.
Siempre se vuelve a lo mismo.
Salir de la ducha, salir de la cama, salir de compras...salir.
Me pregunto dónde habrán quedado esas Timberlan todo terreno..."

jueves, 19 de marzo de 2009

Elementos...

...que necesito para desarrollar la idea de un número de clown para presentar en el ensayo del sábado

Bolsa de papel o sobre de papel
Un marcador negro grueso
Papel de diario
Un globo
Un palo de escoba o escoba completa
Una percha de madera
Una piola o soga fina
Una banda elástica
Una pelota de goma pequeña
Una prenda de vestir, o dos
Una barra de cereal
Dos tazas
Una tetera o jarra
Una manta
Un alfiler

miércoles, 18 de marzo de 2009

Rayuelarte

SÁBADO 21 DE MARZO: DE 20 A 22 HORAS, 9 DE JULIO

La 9 de Julio se vestirá con rayuelas en honor a CortázarSerá en el marco de una intervención cultural denominada "Rayuelarte", que prepara la artista plástica Marta Minujín para el próximo sábado. La contraseña para participar será llevar un libro, un fragmento de un cuento o el nombre de Julio Cortázar escrito en una hoja.
La artista plástica Marta Minujín prepara para el próximo sábado una intervención cultural denominada "Rayuelarte", para la cual convoca a la participación masiva de la gente en la avenida 9 de Julio entre Bartolomé Mitre y Perón. Todas las personas que deseen participar de la experiencia que reúne tres lenguajes artísticos (música, literatura, artes visuales) deberán llevar un libro, un fragmento de un cuento o el nombre de Julio Cortázar escrito en una hoja, esa será la contraseña para participar. Más de 100 rayuelas con sus piedras mágicas serán emplazadas en los carriles de la avenida, en tanto grupos de saxofonistas crearán sones inspirados en Charlie Parker haciendo alusión al cuento "El Perseguidor" de Cortázar. Las reglas son simples: doce personas del público podrán ingresar simultáneamente para dar comienzo a la acción y guiados por altavoces, deberán tirar las piedras mágicas dentro de las rayuelas hasta llegar al Cielo. Mientras sigan ganando seguirán avanzando y los que no, deberán retirarse. Quien haya ganado todas las rayuelas de su carril, se podrá llevar la piedra mágica firmada por Marta Minujín. Luego, las rayuelas serán donadas a las escuelas municipales cuyos alumnos o profesores escriban el texto voluntario más interesante sobre esta acción de arte efímero.

martes, 17 de marzo de 2009

Agreste


Impregnada en la piel del aroma de los bosques, mirando hacia arriba, hacia las copas de los árboles añejos, buscando algún aguilucho para completar el cuadro agreste en su cabeza.
El aire fresco le rozaba el rostro, acariciándole levemente las mejillas.
Respiró hondo tratando de recolectar todo el aire puro que pudieran tomar sus pulmones ávidos de una naturaleza auténtica.
Estaba recostada sobre la tierra, con los brazos y las piernas estiradas, inmóvil, viviendo la experiencia de las percepciones mínimas.
Quería registrar cada detalle, desde el ruido de las hojas movidas por el viento, hasta el andar tenaz de la hormiga, cargada con el tesoro que será su alimento en el invierno.
Pensaba que si se movía, aunque sea un centímetro, estropearía la perfección de ese momento, y sólo se limitaba a respirar, y a dirigir la mirada hacia los detalles de tanta belleza.
Así, se detuvo en la corteza de un pino, en una piña recién caída del árbol, en el movimiento del suelo, provocado por seres invisibles, escondidos de la vista humana.
Los sonidos, perfectos, le susurraban al oído cantares ancestrales, y secretos cifrados, develados en los cantos de los pájaros, y en el sonido de las hojas que dibujan su sabiduría al ser estimuladas por la brisa, curiosa de saberes.
Podía quedarse así hasta la eternidad si se lo proponía, hasta pensó en quedarse toda la noche en ese bosque, para experimentarla en un ámbito diferente al civilizado, distinto al que estaba acostumbrada.
Sí, quería una noche salvaje y muy distinta a las noches vividas hasta ese momento, llena de alarmas y luces artificiales.
Era más fuerte que ella, ahora, el deseo de quedarse allí, sin moverse, sin emitir sonidos, sólo yacer en suelo y ser parte de la naturaleza.
De pronto, una voz amada pronuncia su nombre interrumpiendo la magia de la soledad.
Alguien la llama amorosamente invitándola a compartir otro momento, otro lugar.
Y ahí, en ese momento, se dió cuenta, por primera vez, de las múltiples formas que tiene la felicidad.