sábado, 10 de abril de 2010

Pirata


He sido pirata. Supe de memoria los siete mares y, como buen marino, he tenido un amor en cada puerto. Supe del aroma del mar en plena tierra y de la sed de ron en las noches de soledad. He pasado por las tormentas más perfectas, y sé de patas de palo y parches en los ojos. Se del llanto salado de las despedidas y de las peleas a muerte por un amor irremediable. Conozco de los tesoros que hay en lo más profundo, y del canto de las sirenas que obligan a atarse para no volverse loco.
He conquistado lo inimaginable. He conocido lugares insospechados, me he perdido en junglas impenetrables y he amado hasta la locura. Esa locura que hace estremecer hasta el punto de no ser. O de ser mar, o de ser aire, o viento. El mismo viento que ha llevado mis velas hasta su puerto en cada invierno, cuando el frío aprieta las entrañas y ni el alcohol puede calentar el alma.
He peleado contra los más bravos, he ganado batallas y quemado navíos. He sufrido de todo tipo de heridas: de las mortales, y de las otras.
El salitre curtió mi piel y ya nada me lastima en apariencia. Tengo riquezas escondidas en la arena que no pueden comprar lo que he perdido.
Me han temido como se teme al mismísimo diablo. Me han odiado. Pero he logrado terminar con todos mis motines.
Supe ser libre y he sido preso. Supe ser valiente y he sido cobarde.
He sido tantas cosas, que no me alcanza el tiempo.
He sido pirata. Y no me arrepiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario